Fotografías de la DCRN de Siria
El asedio militar a cualquier ciudad retrotrae a imágenes del pasado. En Leningrado, durante la Segunda Guerra Mundial, murieron más de un millón de personas privadas de alimentos, y la supervivencia pasó por el canibalismo. Son episodios inimaginables, propios de LA GUERRA con mayúsculas, en los que el horror del hambre se suma a la destrucción de las armas. Algo que en una población moderna no creeríamos posible.
Y sin embargo, esto ocurre a día de hoy, en este preciso momento… en Siria.
El hambre, es una eficaz arma de guerra allí. Save the Children ha recalcado que la escasez de alimentos en diversas localizaciones desde el comienzo de la guerra, ha elevado el precio de alimentos esenciales como el arroz, los huevos, legumbres, el azúcar y el bulgur (elaborado a partir del trigo), mientras sus habitantes luchan por sobrevivir a temperaturas bajo cero en invierno, sin economía para poder comprar combustible para poder encender los generadores.