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No me llames refugiada
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Fotografías de la DCRN de Siria

En julio de 2012, los manifestantes sufren los primeros ataques y las fuerzas rebeldes inician la lucha en Aleppo. Los distritos orientales, más pobres, son los primeros en caer en sus manos. Los combates en el casco antiguo dañan irreparablemente el histórico mercado.

Fotografías de la DCRN de Siria

Comienza el ataque sistemático a la ciudad con las devastadoras bombas de barril, explosivos sin precisión cuyo principal efecto es una indiscriminada mortandad entre los civiles. En abril de ese año, el minarete de la Mezquita de los Omeyas, un monumento con 1.000 años de antigüedad, se derrumba tras ser golpeado por los bombardeos.

Fotografías de la DCRN de Siria

En este período, el ejército de Assad toma el control de los cielos. Helicópteros y aviones desatan un infierno de bombardeos contra posiciones rebeldes a diario. Un barril bomba es como un bidón para transportar petróleo, que se llena de explosivos y metralla y se lanza sobre la población civil. Es imposible hacer puntería. No se dirige a un objetivo determinado. Se lanza en zonas muy pobladas para hacer el mayor daño posible.

Fotografías de la DCRN de Siria

En agosto de 2013 se produjo una masacre con armas químicas en Al Ghouta, a las afueras de Damasco, que supuso un punto de inflexión en la guerra. El ataque con gas sarín mató a más de 1.400 personas, según denunció la oposición y los medios de comunicación independientes. EE.UU. señaló directamente al régimen de Al Assad como responsable. La investigación independiente de la ONU certificó la existencia no sólo de este si no también de otros ataques similares con productos neurotóxicos, aunque sin señalar la autoría y sin pedir responsabilidades al gobierno Sirio por ello.

Fotografías de la DCRN de Siria

Human Rights Watch documenta más de 1.000 bombardeos con barriles de dinamita en Alepo ese año, desde que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad la resolución 2139, que exigía detener esos ataques. El gobierno hizo caso omiso. En el 2015, según la ONU, más de 220.000 personas habían muerto en Siria y ONCE MILLONES se habían visto obligadas a abandonar sus hogares, o lo que quedaba de ellos. Cifra muy por debajo de la realidad, pues a penas se puede documentar la desaparición de las miles de personas de las que no se ha vuelto a tener noticia y no se cuentan como muertos porque no hay restos de sus cuerpos.

Fotografías de la DCRN de Siria

Antes de la guerra, prácticamente uno de cada cuatro sirios vivía de cultivar, pastorear o pescar, lo que según los autores revela la importancia del sector, que sigue suponiendo un 26% de la maltratada economía Siria a día de hoy. Uno de los problemas importantes a los que se enfrentan para poder sobrevivir actualmente, son las dañadas infraestructuras de riego, en un país cuya agricultura depende en gran medida de estos sistemas: pues antes del inicio del conflicto, dos de cada tres toneladas de cereales se producían gracias a la irrigación. Dada la creciente irregularidad de las lluvias y el mal estado de los acuíferos del país, es de una importancia absoluta su recuperación para que puedan subsistir y rehacer sus vidas.

Fotografías de la DCRN de Siria

El asedio militar a cualquier ciudad retrotrae a imágenes del pasado. En Leningrado, durante la Segunda Guerra Mundial, murieron más de un millón de personas privadas de alimentos, y la supervivencia pasó por el canibalismo. Son episodios inimaginables, propios de LA GUERRA con mayúsculas, en los que el horror del hambre se suma a la destrucción de las armas. Algo que en una población moderna no creeríamos posible. Y sin embargo, esto ocurre a día de hoy, en este preciso momento… en Siria. El hambre, es una eficaz arma de guerra allí. Save the Children ha recalcado que la escasez de alimentos en diversas localizaciones desde el comienzo de la guerra, ha elevado el precio de alimentos esenciales como el arroz, los huevos, legumbres, el azúcar y el bulgur (elaborado a partir del trigo), mientras sus habitantes luchan por sobrevivir a temperaturas bajo cero en invierno, sin economía para poder comprar combustible para poder encender los generadores.

Fotografías de la DCRN de Siria

Vista desde el antiguo dormitorio de una familia Siria en Al Douma. "Yo no quería marcharme. Pensaba que lo mejor era quedarse y defender lo que creía correcto. Pero llega un momento en el que te sientes muy vulnerable. Cuando un compañero te cuenta que un francotirador le dio al coche de un amigo, que salía de casa con su mujer y su hijo, y mató al niño, piensas: ¿cómo perdonarme el resto de mi vida si eso le pasa a mi hijo? Pasados unos meses, esto era todo lo que quedaba de nuestro hogar…¨

Fotografías de la DCRN de Siria

Los hay que piensan que con pan y combustible se puede ganar cualquier batalla en Siria. Pero ni una cosa ni la otra abundan en la tierra que se considera “bajo asedio” de los bandos o de “difícil acceso”. En la tarde del 19 de septiembre del 2016 esta guerra del hambre se hizo más brutal, si cabe. En el ataque a un convoy de 31 camiones cargados por la ONU y la Media Luna Roja en la localidad de Urum al Kubra, al suroeste de Alepo. Murieron 18 personas. Más de la mitad de los camiones fueron destruidos, así como los alimentos que transportaban, los almacenes de donde se abastecían y una clínica cercana. Y no solo ocurrió en Alepo. Pasaron 150 días, ¡cinco meses! hasta que los 4x4 de la Media Luna Roja recibieron el visto bueno para viajar, a las sitiadas Zabadani y Madaya, cerca de Damasco y bajo control de los rebeldes, y a Foah y Kefraya, en la provincia de Idlib, en manos del régimen.

Fotografías de la DCRN de Siria

La falta de acceso a comida, sea porque directamente no hay o por una subida de los precios, es un motivo clave para la movilización de la gente y es por ello que asegurar la seguridad alimentaria debe ser una prioridad incluso en medio de una crisis. En medio de todo este desastre, las organizaciones humanitarias acudimos, pero la asistencia no llega a cubrir a todas las poblaciones afectadas. De este modo, si la gente no tiene qué comer, hasta los mejores tratados gubernamentales no sirven para nada.

Fotografías de la DCRN de Siria

La falta prolongada de alimentos de manera diaria causar riesgos de por vida para los niños y las niñas, que incluyen el retraso en el crecimiento o la desnutrición crónica, que padecen medio millón de niños y niñas sirios (uno de cada ocho). Por el terror que viven, la persecución constante y la falta absoluta de alimentos, muchos de ellos se vieron obligados a abandonar la tierra donde nacieron en busca de un lugar donde sus hijos e hijas puedan sobrevivir.

Fotografías de la DCRN de Siria

En palabras de Husam Sibai: "Salí sin apagar la luz y con la nevera llena. Creía que iba a volver", cuenta visiblemente emocionado. Pero ya no pudieron hacerlo. "En ningún momento pensé que me tendría que ir así de mi casa", lamenta. Sin ropa, sin nada, solo con la documentación que llevaba en la cartera y el teléfono móvil. Desde Dandelion y DCRN hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para “realizar esfuerzos conjuntos para mejorar la disponibilidad de alimentos”. A pesar de que la situación está empeorando por la Covid-19 y por las repercusiones económicas del conflicto, las necesidades alimentarias en Siria reciben solo una financiación del 11%.

Fotografías de Xavi Toral

¨Nadie deja su hogar salvo que su hogar sea la boca de un tiburón. He ido cargando con el viejo himno en mi boca durante tanto tiempo que no hay espacio para otra canción, otra lengua u otro idioma.¨ Warsan Shire. Nadie pone a su hijo en una barcaza salvo que el agua sea más segura que tierra. Campo de refugiados de Idomeni, Grecia, 2016.

Fotografías de Xavi Toral

Cola para el ¨Baby Hammam¨, proyecto creado para que las madres pudieran duchar a sus bebés y evitar infecciones y piojos. “Pasamos seis días en el mar, el barco que salió a buscarnos se hundió y el que se fue después de nosotros se hundió también”, recuerda Shada. “Intentábamos cantar todo el tiempo para que mi bebé no se diera cuenta del terror que estaba sintiendo, y así intentar olvidar que en cualquier momento nuestro barco podía volcar”.

Fotografías de Xavi Toral

¨Yo elegí aferrarse a la felicidad, a la vida y a mi matrimonio a pesar de la guerra, del ruido de las bombas, de la muerte y de la destrucción… Preparamos una casa bonita y cálida para cumplir nuestro ansiado sueño en un barrio de Damasco. “Nuestra luna de miel transcurrió entre tanques y proyectiles de morteros”. Lo dice Afrae sonriendo con tristeza, como si estuviera recuperando aquellos momentos. La guerra y el violento combate entre el Ejército del régimen y los combatientes opositores en aquel barrio les obligaron a irse solo tres meses después de casarse. Su marido nunca consiguió llegar a Grecia.¨

Fotografías de Xavi Toral

Solo pronuncia su nombre, Sahra. Sufre trastorno de estrés postraumático, una enfermedad de salud mental desencadenada por una situación aterradora, ya sea que la hayas experimentado o presenciado. Los síntomas pueden incluir reviviscencias, pesadillas y angustia grave, así como pensamientos incontrolables sobre la situación. Por las noches no duerme bien, grita y llora sin consuelo. Su madre llora, porque ya no sabe qué hacer. Tampoco nos deja tratarle la infestación tan terrible de piojos que tiene, sólo me coge la mano y sonríe con tristeza. Me trae una foto en el teléfono de la madre, para enseñarme la preciosa casa que tenían en la playa de Latakia. En ella aparece toda su familia, son 5. Aquí sólo están ellas 2. En los campamentos no hay atención psicológica ni psiquiátrica, a pesar de la inmediata necesidad.

Fotografías de Xavi Toral

Tiene solo 6 años y está en Idomeni, un campamento de tiendas de campaña creado en el cruce ferroviario entre Grecia y Macedonia. Originalmente de Homs, esta pequeña se ha visto obligada a desplazarse varias veces en los últimos años. "Necesitamos una nueva carpa para protegernos de la lluvia y madera para cocinar", dice sobre la situación de su familia. Para las 16.000 personas que vivían allí en el 2016, en medio de un campo enorme cruzado por las vías del tren, el invierno era especialmente crudo. Lleva casi toda su vida huyendo de la violencia y sin apenas nada. Y no solo ella, hay cientos de miles de niños y familias enteras viviendo en condiciones extremas, sin casi ropa de abrigo, mantas o calefacción.

Fotografías de Xavi Toral

Hace unos meses le enviaron fotos de la que era su casa en Homs. Está todo destruido, no queda nada: "La guerra te enseña que la vida es muy frágil y debes apreciar lo que tienes. No puedes planear el futuro porque no sabes dónde vas a estar dentro de cinco, diez o quince años". Así expresa Nujood su sufrimiento: “Permaneces siempre siendo una refugiada”. Como si fuera una deshonra o un cliché hacia los demás para poner a estas personas bajo vigilancia permanente. “¡Nos temen a nosotros, que buscamos la paz! Cuando nos equivocamos, nos llaman refugiadas, y si somos ejemplares, nos llaman buenas refugiadas. Y ¿quién puede aguantar esta presión y fingir ser ejemplar en cada acto? Solo soy una mujer tratando de sobrevivir. Creía que aquí iba a conseguir la libertad y liberar a mis hijos de cualquier miedo. El miedo de la guerra, de la muerte y de la destrucción. El miedo de hablar, de susurrar, de bailar y de cantar, el miedo del amor y del sexo, el miedo de ser tú misma. ”

Fotografías de Xavi Toral

¿Existe la posibilidad de que se juzgue un día a estas personas como a cualquier ser humano que comete errores y acierta sin fijarse en su color ni en su etnia, ni en su religión, ni en su país, ni en su situación de desamparo? ¿Igual que a cualquier alemán, francés, danés, español u holandés que tienen buen comportamiento o cometen errores? ¿Existe la posibilidad de que un día se cambie la palabra “refugiado” por “humano”?

Fotografías de Xavi Toral

¿Qué te parecería vivir dos minutos, de esta vida que no tiene sentido en los ojos del que no entiende, que no tiene culpa… sabiendo que la comunidad internacional podría acabar con este sinsentido y no lo hace? La situación de la COVID-19 también ha impacto considerablemente en la vida de estas niñas y mujeres. Se ha producido un aumento de las familias encabezadas por mujeres que viven en situación de pobreza. En Jordania el 39 % de los hogares de refugiadas desplazadas desde Siria están en manos de mujeres y sus ingresos pueden llegar a ser un tercio más bajos que los encabezados por hombres.

Fotografías de Xavi Toral

¨Por favor, toma mi anillo de boda, ve al pueblo más cercano y véndelo al prestamista que te ofrezca más dinero por él, es lo único que me queda y ya no tengo con qué alimentar a mi pequeña… por favor hazlo, que ya no tengo lágrimas para seguir llorando. Tu pasaporte europeo te avala, por favor cógelo y llévatelo para comprar leche al menos¨ 19 años y un bebé de apenas 8 meses de edad.

Fotografías de Xavi Toral

Amal, aproximadamente 2 años. Llegó sin hacer ruido una mañana y se agarró a mi pierna. No decía nada al principio, sólo miraba con esos ojos inmensos y enormes. Iba descalza. No sé cuánto tiempo llevaba el pañal sin cambiar, pero me la llevé al Baby Hammam y la bañé, la cambié y le puse unos zapatos que traía de España. Unas compañeras la conocían de rondar el puesto. Busqué a su madre… pero había muerto cruzando el mediterráneo, intentando sacar del agua a su hermana mayor que cayó por la borda con las olas. Conseguí localizar al padre un par de tiendas de campaña más allá de nuestro puesto, la depresión y el estrés post traumático lo tenían postrado día y noche. Tras el primer día con nosotras, Amal nos llamaba a todas las mujeres mamá.

Fotografías de Xavi Toral

Quiere irse a casa, donde tenía su propia habitación. Allí nunca lloraba, pero en el campo de refugiados llora todas las noches, porque por la noche fue cuando ocurrieron los ataques en su barrio. De día, su madre le construye una casa de cojines, para que se le pase el miedo. ¿Cómo van a olvidar el momento de la resurrección después del viaje para llegar a Europa y refugiarse en ella? ¿Cómo van a actuar con su sufrimiento del trastorno por estrés postraumático y la acumulación de imágenes en su memoria? Imágenes de la guerra, de la destrucción, de la sangre. Imágenes de los que se ahogaron en el mar buscando la salvación. Imágenes del miedo que permanecerán en ella durante su viaje de Siria a Turquía de Turquía a Grecia… Hasta llegar, al fin, a ¿dónde?.

Fotografías de Marcello Scotti

En los campos de refugiados una entiende cuando llega, que no puede saber hasta cuando estará allí. ¨Todos creen, como creíamos nosotras, que el campamento es una zona segura temporal, un tránsito. Un periodo que antecede a una nueva vida deseada, envuelta por el miedo y la preocupación de que te rechacen la petición de asilo o por cualquier información sobre una vida anterior que puede llevar a la expulsión.¨

Fotografías de Marcello Scotti

“El hombre empezó a gritarnos, pues la intensidad del miedo que teníamos todas no nos dejaba a penas escuchar lo que nos estaba diciendo. El espanto rezumaba en nuestros ojos y nos aferrábamos a nuestros hijos por miedo a que nos quisieran separar. La respiración se nos cortó cuando la policía paró el autobús al que habíamos subido 77 personas a la espera de decidir nuestro destino después de todo lo sufrido. Era el grito contenido de una madre desesperada que pide auxilio. Nuestros ojos se enfocaban hacia la cara de la agente de policía esperando entender al menos el gesto, cuando nos hicieron bajar a todas. Comprendimos que acabábamos de llegar a nuestro destino tras el cierre definitivo de Idomeni. El nuevo campamento militarizado no iba a ser en absoluto mejor que el anterior.¨

Fotografías de Marcello Scotti

Cuando las personas que buscan refugio llegan a sitios seguros, la mayoría de sus expectativas quedan frustradas. Algunas se resignan a la prisión de la memoria y el sufrimiento de la pérdida y de la nostalgia. Conciben los países de refugio como una estación de tránsito, una vida temporal. En lo provisional, prevalece la resignación y la falta de actuación, cierta inmovilidad en el lugar. Así se convierten en víctimas de la espera, temiendo perder su identidad y fusionarse en la sociedad de alrededor. Entonces se encierran en sí mismas. Y hacen que quienes están a su alrededor les cierren la puerta en la cara. Más que una crisis humanitaria y de refugiados estamos ante una crisis de valores; unos valores que se han perdido con tanta normativa y tanta globalización. Deberíamos parar, mirar atrás e intentar recuperar estos valores porque si no vamos a tener un futuro bastante insolidario y negro.

Fotografías de Elías Ortíz

¨ Los helicópteros hace un par de horas que sobrevuelan nuestras cabezas. Puedo escuchar la música triste y melancólica que alguien escucha en esta misma carpa. Un niño tose muy a menudo, por la tremenda bronquitis que tiene desde hace meses, por vivir en estas condiciones de muerte. Ayer compre cena para 5 en un pequeño restaurante griego que hay a diez minutos a pie. Dos niñas del hammam estaban de pie al lado de la barra, cuando me vieron me reconocieron en seguida y con cara de sorpresa vinieron corriendo a abrazarme diciendo: "Mai fren, mai fren, baby hammam". Las conozco, sé que son 6 de familia. Le pido a Ahmad que les pregunté qué quieren de cenar, la pequeña debe llevar días sin ducharse ni peinarse, tendrá unos 7 años, y la mayor, de unos 11, es más coqueta y se cuida más. Veo que la mayor se marcha como avergonzada y un minuto después me entero por qué...vienen a ver sí alguien les regala un trozo de pan para cenar los 6. Les da tanta vergüenza pedirlo, que al parecer llevan allí plantadas casi una hora. Les compro cena para seis, la niña no sabe como darme las gracias, sus ojos tristes y cansados me miran con vergüenza.¨

Fotografías de Elías Ortíz

Hay lugares en los que no existe el tiempo, no existe como en el resto del mundo... hay lugares en los que el reloj calla de la vergüenza. Jasmine, tras una larga odisea atravesando Turquía por mar para llegar a Grecia con toda su familia, acabó volviendo por tierra a Siria. Actualmente malvive con sus hermanas y su madre en una cabaña al norte de Siria, frontera con Turquía. “El conflicto en Siria sigue marcando la vida de millones de niños, y especialmente niñas y adolescentes, cuya infancia ha sido arrebatada y cuyos derechos continúan vulnerándose de forma constante”, señala en un comunicado la directora general de Plan International, Concha López, con motivo de los diez años de conflicto este pasado 15 de marzo.¨

Fotografías de Elías Ortíz

La perspectiva de infancia y adolescencia es un mandato vinculante que exige que el interés superior de las personas menores de edad, sea valorado y considerado como primordial en todas las acciones y decisiones que le conciernan, tanto en el ámbito público como privado. Todas las niñas y niños de 0 a 18 años tienen una ley internacional que los protege: la Convención sobre los Derechos del Niño. Todos tienen los mismos derechos, da igual de dónde provengan y dónde se encuentren. Eso quiere decir que los gobiernos, las familias y todas las personas que los rodean tienen la obligación de protegernos. Las niñas y los niños tienen derecho a vivir protegidos, sin miedo, con las personas que quieren y que los quieren.

No vivimos en un cuento, sino en un mundo en el que a diario, se vulneran los derechos humanos. Si queremos finales felices, como en los relatos que leemos a nuestros niños y niñas de Villena, debemos trabajar de forma conjunta para acabar con las desigualdades e injusticias que afectan a la vida de personas y colectivos vulnerables. ¿Comenzamos a reescribir la historia? ¡Toma nota! No rechacemos a las personas que buscan refugio. No permanezcamos indiferentes. Recuperemos valores como el respeto y el altruismo. Démosles la bienvenida y hagamos lo posible para que encuentren se sientan a salvo y seguras, y puedan retomar sus vidas. No pienses que no puedes hacer nada. ¡Cualquier acción cuenta!

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