La vida del Festival de Folklore de Villena va unida a la de la propia Casa de la Cultura de la Ciudad y del Grupo de Danzas de Villena.

No obstante, el festival no nace como una actividad destinada a desarrollarse en el propio centro cultural, sino como una propuesta de cultura fuera del edificio que reivindica los espacios emblemáticos de la ciudad para el desarrollo del festival, como lo es el Santuario de Las Virtudes, situado en la pedanía villenense del mismo nombre.

A finales de la década de los ochenta del pasado siglo, la dirección de la Casa de la Cultura, se plantea la oportunidad de arropar una de las fiestas locales más tradicionales: “La Fiesta de la Esclavitud”, con una actividad que ayudara a mantener vivo el patrimonio folklórico de la ciudad. De esta manera se cumplían varios objetivos: difusión y cuidado de la música de raíz del municipio, a la vez que se dotaba de contenido cultural a una fiesta de gran tradición en la población, también se ampliaba la oferta cultural, y se mantenía en funcionamiento la actividad del Grupo de Danzas que por medio del festival podía aspirar a realizar intercambios con otros grupos folklóricos. 

Para la ciudad de Villena, además de servir para alimentar y diversificar la amplia oferta cultural que el municipio promueve, cuya capitalidad es reconocida en todas las comarcas colindantes y fuera de ellas, el Festival de Folklore cumple la función por un lado de mantener viva la música de raíz autóctona de la población y alimenta la celebración de una fiesta tradicional como es la Fiesta de la Esclavitud, cuya romería se remonta a finales del siglo XVII.

A lo largo de estos más de treinta años de vida, por los escenarios de la muestra folklórica villenense han pasado formaciones de casi toda Europa, también algunos del continente americano como México y Uruguay y de la totalidad de las comunidades autónomas de España.